Es bastante habitual que para proyectos en viviendas nos encontremos con la necesidad de diseñar salas de cine. En este artículo vamos a tratar de analizar los aspectos fundamentales a tener en cuenta, ya que estos pueden afectar también a más agentes participantes en la obra como el arquitecto, decorador, instalador, constructor, etc.
Estos son los puntos clave:
1. La sala:
En primer lugar, y como piedra angular, el primer punto a tener en cuenta es el uso y las características de la propia sala. Para ello, la primera diferenciación gira en torno a si va a consistir en una sala de cine como función principal o se trata de un salón familiar donde también se va a incorporar un equipamiento para cine en casa.
Este factor, que a veces se obvia, determina muchas de las opciones explicadas posteriormente, ya que el enfoque puede ser completamente diferente. En una sala de cine para este uso, la sala debe adaptarse a la solución técnica escogida, y no al revés. Pero en el caso de un salón familiar, es al contrario, ya que la solución técnica que se adopte está mediatizada por el uso de esta sala.
Como es lógico, siempre hay situaciones intermedias, pero es vital conocer las necesidades del cliente y la función que va a tener esta habitación. Por ejemplo, en un salón familiar, se presupone que la disposición de los sofás, las ventanas y el mobiliario supeditarán el diseño de la solución.
Como variables comunes, los aspectos que más influyen son la luminosidad, acústica, dimensiones y materiales de la estancia.
2. La imagen:
Respecto a la imagen, los factores a tener en cuenta son el proyector y la pantalla. Existen multitud de opciones y rangos de precio/calidad, y debemos volver al punto anterior para encontrar la solución idónea.
Respecto al proyector, 3 son los factores a tener en cuenta: resolución, contraste y brillo. La resolución más actual es 4K, y aunque de momento no haya demasiados contenidos, el precio de este tipo de proyectores ha disminuido y es aconsejable para una zona exclusivamente para cine. También está la opción en Full HD, que también puede otorgar un alto grado de calidad.
El brillo es una variable a valorar en salas donde no es posible mantener oscuridad. Por otro lado, cuanto más contraste, mayor pureza de negros/blancos, lo cual otorga una mejora sustancial.
En el otro lado, y nunca mejor dicho, tendremos que tener en cuenta varios aspectos para la pantalla. Resumidamente son: Pulgadas, tensión (existen pantallas tensionadas evitando los pliegues), ganancia y acústicamente transparente (Para dejar pasar el sonido si se ubican los altavoces central y frontales detrás de ella).
3. El Sonido:
Es un aspecto clave que eleva la experiencia del usuario. Este apartado podría tratarse en un artículo aparte, pero en líneas generales es vital adaptar la distribución y la solución de sonido a las características y uso de la sala. Los aspectos a tener en cuenta son:
– Número de altavoces: partiendo del 5.1/2 (2 altavoces frontales, 1 central, 2 traseros y 1 o 2 altavoces de graves o subwoofers), es posible mejorar la experiencia con soluciones 7.1/2 e incluso 7.4.4. Esta última configuración permite la audición en formato Dolby Atmos, con efectos también en el techo (audio 3D).
– Soluciones arquitectónicas: en muchos casos los altavoces son de superficie, pero existen multitud de alternativas para semi-ocultarlos e incluso ocultarlos totalmente a través de anclajes ocultos en pladur. Estas soluciones permiten no tener que alterar el diseño estético de la estancia.
– Calidad: en materia de calidades, pocos productos hay en el mercado con un abanico tan amplio respecto a la calidad en sus prestaciones, así que este apartado lo dejamos para otro artículo.
4. Soluciones para la decoración:
Hemos avanzado anteriormente la posibilidad de ocultar altavoces en paredes y techos, pero también existen otra serie de opciones que permiten “despejar” la habitación de elementos molestos visualmente. En este sentido, se incorporan equipos como elevadores de proyectores para ocultar en falso techo o pantallas motorizadas.
En ese punto es muy importante una coordinación con el arquitecto y/o decorador, ya que pueden ofrecer soluciones muy interesantes para cada proyecto.
5. Contenidos:
De nada sirve conseguir un nivel alto de calidad en el diseño de la sala si los contenidos son en baja calidad. Si un archivo no permite la resolución 4k o FullHD, será imposible visualizarlo en ese formato. Servicios como Netflix comienzan a ofrecer (con dudas) contenidos en 4K, aunque de momento el mejor formato sigue siendo físico a través de BluRay. Lo que sí es posible, es incorporar un equipo capaz de ripear y almacenar los discos para no tener que insertarlo cada vez que se va a proyectar una película. Estos discos quedan almacenados en una NAS (ordenador de almacenamiento), y mediante una interfaz sencilla el usuario puede elegir cualquier título almacenado.
6. El Control:
El control es la guinda del pastel, y uno de los factores que más influye en el disfrute por parte del espectador. Como es lógico, con un equipamiento muy completo, los elementos de control se multiplican, siendo en muchos casos farragoso de utilizar. Cada vez hay más fuentes de contenidos (Apple TV, Movistar, BluRray, NAS…), y tener todos centralizados en un solo mando y/o app supone una gran ventaja.
Además, es posible incluir en este control el resto de instalaciones de la sala, como la iluminación, persianas, motores de pantalla, climatización y elevador de proyector. O ejecutar una escena y ordenar todo ello a la vez.
Como conclusión, en cada uno de estos apartados se podría profundizar notablemente, así que esta breve guía pretende ser una introducción para tener presentes los aspectos básicos a la hora de instalar un Cine en casa.