La nueva sede de L’Oréal en Madrid es un ejemplo de la importancia de los sistemas de control en edificios. Gracias a ellos, podemos ser mucho más eficientes. Por ejemplo en el control de la iluminación, logrando planos constantes en función de la incidencia exterior o permitiendo un mantenimiento y gestión de la misma. En este caso, el proyecto ha adquirido además la certificación Well.
En él, hemos incorporado una solución KNX.