Durante estos años, hemos vivido muchas anécdotas, y muchas frases se nos han quedado grabadas, más aún cuando se trata de momentos de disfrute por parte de nuestros clientes. Estas son algunos ejemplos de expresiones que hemos escuchado, todas ellas ligadas a prestaciones concretas realizadas en algunos de nuestros proyectos con domótica.
“Ya no utilizo el despertador”
En una ocasión, un usuario de una vivienda decidió despertarse por las mañanas realizando una subida de persianas de su habitación mediante una programación horaria. Esta discriminaba entre fines de semana y días de labor, excluyendo los días festivos. Fue interesante como podemos aprender de nuestros propios clientes, y ver como incluso podemos prescindir del tan odiado despertador.
“Nunca habíamos disfrutado tanto de la música”
En una instalación de audio distribuido donde el control se realiza a través del móvil, una familia nos reconocía la sencillez y practicidad de “lanzar” la música a diferentes habitaciones a través directamente de sus móviles. Como es de comprender, el paso del hilo musical con 2 canales de FM a este tipo de tecnologías, es más que notable. Hemos de decir que, en el proceso previo a la instalación, el cliente dudaba de que esto funcionara de manera tan estable y sencilla. Ahora no solo lo creen; lo disfrutan más que antes.
“¿Cómo lo haría si no fuese así?”
Irse a dormir. Pulsar un botón.
Ir a cada habitación de la casa. Bajar cada persiana. Irse a Dormir.
Este usuario de un unifamiliar de grandes dimensiones, nos reconocía que para el “sería insoportable” volver a las rutinas anteriores de revisar cada habitación para comprobar que todas las persianas de la casa se encontraban bajadas. Una pequeña prestación que siempre es valorada y utilizada por los usuarios.
«¿Por qué no lo hicimos antes?»
Este es un caso bastante actual. Se trata de un restaurante, en el cual les preocupaba dar un ambiente concreto en diferentes momentos del día a través de la regulación en intensidad de los diferentes encendidos. En otros proyectos anteriores, dedicaban tiempo en precisar cada porcentaje, dependiendo del “factor humano” para que siempre se creara la misma atmósfera.
En este caso, a través de varias escenas y con una simple pulsación, se consigue el ambiente perfecto para cada momento. Y ahora se preguntan: ¿por qué no lo hicimos antes?
«No recuerdo como lo gestionaba»
En este caso, se trata de un responsable de mantenimiento de un edificio de oficinas corporativas en Madrid. Aquí se implementó un sistema de gestión desde el cual se visualizasen todos los estados de iluminación y climatización del edificio. De este modo, la persona encargada de su mantenimiento, podía realizar programaciones horarias para el apagado o la gestión de la temperatura. Tras una formación y un proceso de aprendizaje, reconoce con el tiempo que ya ni recuerda como lo realizaba en anteriores edificios.